Todo comienza con un simple favor que con el tiempo se transforma en
algo terrible. El personaje protagonista, interpretado por Jonah Hill,
deberá cuidar a tres niños, no con muchas ganas a quienes arrastra a medida que su noche se le va complicando. Plagada de diálogos poco acordes a la edad, saca algunas risas con su humor negro.
Sam Rockwell hace de las suyas también pero Jonah Hill se lleva la película con su aire despreocupado y su verborragia malhablada. Para pasar el rato sin muchas pretenciones y poca ternura.
Lo interesante: La cantidad de puteadas y diálogos bien puestos y encima, frente a los más chiquitos. Las situaciones absurdas pero por ahí comunes.
Valoración:5,5/10
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