John Favreau encara otra vez una adaptación fílmica de un comic de manera impecable, con algunos desvíos ojo, pero muy bien.
La historia basada en la novela gráfica del mismo nombre de entrada nos propone una historia que nos parecería fuera de contexto pero por qué delimitar los avistamientos cósmicos a partir del siglo XX. A ver, en el año 1873, un hombre (Daniel Craig) despierta sin memoria en el desierto
del lejano oeste, y luego de llegar a un poco amistoso pueblo asediado
por extraños sucesos que tienen horrorizados
a los lugareños, el pistolero comienza a darse cuenta que posee un
pasado que lo convierte en la única posibilidad de salvación de la gente
de unos malvados y misteriosos visitantes del cielo.
Con un desfile de figuras interesantísimas que van desde el histórico Harrison Ford hasta el plástico Sam Rockwell, la historia es simple pero es aventura al fin. De buen paso y escenas de acción bien logradas, quizás falla en un repetido diseño de los alienígenas que ya hemos visto en otras producciones.
Lo interesante: El calibre de los actores que dan forma a unos personajes carismáticos que sostienen la película. Los ojazos de Olivia Wilde. Las historias entrelazadas en un mix poco común.
Valoración: 7/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario